lunes, 30 de abril de 2012

Hey, YOU...

Don't give in without a fight. 






Hey you, out there in the cold 
Getting lonely getting old 
Can you feel me? 
Hey you, standing in the aisles 
With itchy feet and fading smiles 
Can you feel me? 
Hey you don't help them to bury the light 
Don't give in without a fight. 

Hey you, out there on your own 
Sitting naked by the phone 
Would you touch me? 
Hey you, with you ear against the wall 
Waiting for someone to call out 
Would you touch me? 
Hey you, would you help me to carry the stone? 
Open your heart, I'm coming home. 

But it was only fantasy. 
The wall was too high, 
As you can see. 
No matter how he tried, 
He could not break free. 
And the worms ate into his brain. 

Hey you, out there on the road 
Always doing what you're told, 
Can you help me? 
Hey you, out there beyond the wall, 
Breaking bottles in the hall, 
Can you help me? 
Hey you, don't tell me there's no hope at all 
Together we stand, divided we fall.

domingo, 29 de abril de 2012

KR, Tito, yo y Versus Versos

A KR la conocí en el blog, en serio, en un Raro Dúo, el 30 de enero de 2009, cuando comentó una de mis entradas, de allí en adelante se hizo visitante recurrente y yo visitaba su blog y así, después nos "amigamos" en Facebook, nos seguimos en Twitter y a los días estábamos tomando café. No sé qué tiene el Twitter que hace que la gente finalmente se conozca. Porque a Tito Murcia también lo conocí en el blog, de vez en vez pasaba por allí y dejaba algún comentario, no tanto como Karla, pero pasaba, hace unos meses me lo encontré en Twitter, y cuando menos pensamos estábamos los tres almorzando y tomándonos un café (importante el café) y planeando el Versus Versos del 27 de abril.

Esas son las casualidades maravillosas de la vida, y las cosas que te hacen valorarla más y creer en que sí, el destino te lleva a conocer gente con la que podés compartir ideales, y que esos ideales te llevan a momentos para los cuales fuiste dejando palabras encadenadas.



Además, conocí a Iris Beteta, del blog La Página de los Escritores Olvidados, quien grabó esta parte del recital y la subió a YouTube. Gracias Iris.

















Gracias también a @cindydurmiente @Kiddnicky @Mito_Millespine @ManddiePower @elsum @Maquiavelo @Mauxito @Mango_Thefirst @nicknasten @nicknastenjr, Beto, Jacqueline y a más de noventa personas que nos acompañaron en #VersusVersos.

Muchas gracias a todos. Y especialmente a @Tito_Murcia por habernos invitado y por haberse emocionado tanto como nosotras.

La vida así, sí tiene sentido.

viernes, 20 de abril de 2012

Versus Versos














El destino es eso que se va tejiendo sin que uno se dé cuenta.
Conocí a Karla y a Tito en la época de Un Raro Dúo,
algunas veces nos visitaban por allá y dejaban sus comentarios.

Ahora el destino nos ha juntado en Versus Versos,
en donde los esperamos el próximo viernes a las 5 pm.

No sé qué va a pasar.

domingo, 15 de abril de 2012

Un raro dúo

















Lo conocí cuando tenía diecisiete años. Yo pasaba de los treinta. Qué relación más bizarra, podrán decir, pero lo que ha pasado siempre es que yo soy demasiado inmadura, y él, a esa edad, ya estaba trabajando como copy en una agencia. Sí, estaba en segundo año de la universidad... Cosas así.

No es que lo haya querido desde el principio, no es, ni siquiera, que me haya fijado en él y pensado "este va a ser mi mejor amigo de aquí a la eternidad", no, nada de eso. De hecho, él mismo alguna vez escribió:


"Flor no se acuerda de la primera vez que lo vio, ni la primera vez que lo saludó y ni se acuerda qué le escribió en sus tarjetas de feliz cumpleaños..."

La verdad es que nuestra relación ha sido de esas que se construyen con el tiempo, con las cosas triviales y la afinidades, es de esas que estaban hechas para SER. Nuestra relación empezó siendo de esas de escribir, de contarse las cosas, de reírse de las cosas tristes y llorar por las alegres. Todo empezó con un par de botas y los relatos a dúo...  Todo empezó con papeles amarillentos y probablemente las ganas de querer compartir con alguien la vida.

Con el tiempo, con tantos relatos que reescribimos juntos, con correos yendo y viniendo a Madrid, con tantos adioses que nos dijimos, con tantos holas, con tanta historia, con tantos ires y venires; él llegó a ser para mí la primera (en algunos casos segunda) persona en la que pienso cuando tengo alguna alegría o tristeza que compartir.

De allí, que nos convirtiéramos en Un Raro Dúo por todas esas afinidades, era de esperarse.

Flor:
Comienzo yo.
Me permito crear este espacio para los dos, porque nos gusta escribir, porque extrañamos escribir como lo hacíamos antes y el espacio entre los años que tenemos y los años que parecemos tener en realidad no existe, y cuando leo lo que usted escribe y usted lee lo que yo escribo interactuamos de manera extraña, mental, intelectual (pretenciosa), impredecible.

Somos un dúo raro, como dijo esa noche que íbamos a La Ventana y fuimos a subirnos a nuestros carros en el parqueo a un lado del Río Acelhuate. La contaminación pasaba a unos metros de nosotros y nuestros motores encendieron y ya adentro comenzó a llover.

El agua estaba limpia. Luego se iba a ensuciar.


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 

Soy la otra parte del dúo. Un poco cínica, según dicen. Un poco indescifrable, según otros. Pero prefiero pensar que mi franqueza algunas veces es mal interpretada o mal entendida. Aprendí a reirme de todo hace mucho tiempo, precisamente cuando entendí que no podía llorar por todo.

No soy tan rápida para escribir como vos, Miguel, que ya llenaste la página apenas en esta noche. Lo malo es que pienso demasiado cuando se trata de las palabras, ya sabés "tiene que tener", "debe haber", "mientras más lo pienso"... Todo eso que compartimos, que entre los dos entendemos.
Todo empezó con una botella de Agua Cristal llena de whisky y un par de botas negras de tacón alto. Nunca imaginé que aquellas botas fuesen a inaugurar esta amistad separada tantas veces y encontrada otras tantas. Algo nos une, aunque por leyes de la naturaleza y los convencionalismos sociales la brecha generacional tuviese que separarnos.

¿Qué es?



Dos años y medio pasamos llenando ese espacio de ideas, emociones, sentimientos, imperfecciones y narcisismos. Dos años y medio fuimos raros y fuimos dúo, dijimos todo lo que quisimos, a veces con remordimientos, a veces sin nada de él. 

Esa fue nuestra casa.

Esa la manera de conocernos más.

Hace un año, por diferencias "conceptuales" que no vienen al caso, el Raro Dúo se disolvió, nos "divorciamos". Y sí, probablemente yo tuve la culpa. Y sí, tuvimos momentos extraños. Pero no hay nadie en este mundo con quien tenga una conexión tan genuina como la que tengo con "Mi Miguelito". 

Por eso seguimos y seguiremos siendo un dúo de aquí a la eternidad.

Nota: este post tuvo que haber sido publicado el viernes 13 de abril, día del primer aniversario del divorcio del Raro Dúo... Por razones inexplicables vino a ser publicado hoy.

lunes, 9 de abril de 2012

Emocionarse con el futuro.













El futuro es un concierto de Jarabe de Palo en El Salvador.
Una canción de INXS que no deja de sonar en mi mente.
Treinta relatos esperando ser leídos.
Todas las nubes -miles de nubes- que esperan a ser fotografiadas.

El futuro es demasiado y poco tiempo.
El mensaje que se desliza impaciente por una mano.
Las sonrisas sin querer.
Las miradas que hablan más que las palabras.
Los abrazos al final del día.
Las caricias que se resbalan por su cuello.

El futuro son paredes coloreadas,
olor a madera, viajes hasta el atardecer.

El futuro es eso que pienso.
Eso que ilumina la mirada con solo pensarlo.
Las cosas que no pueden esperar a ser dichas.
Los planes de un jueves en la tarde.
Los sueños de un miércoles en la noche.
Los milagros de un día cualquiera.

El futuro es esa sonrisa.
Saber que todo se puede arreglar con una palabra o dos o tres o cuatro.

El futuro es un amanecer con nubes de colores.
El futuro es todo lo que viene aquí adelante...






Y es grande
y es divertido
y es feliz
y es como yo quiero.

De vez en cuando uno tiene conversaciones trascendentales vía DM en Twitter. Una de ellas la tuve anoche con @KR_Accidental. Ella me dijo algo como "tiene que entusiasmarse con su futuro y el futuro responde." No he dejado de pensar en eso desde entonces, porque de repente vi el futuro con otra cara. De hecho, descubrí que el futuro tiene la cara que uno quiera ponerle. De allí salió este pequeño ensayo, reflexión o como quieran llamarle. Estoy emocionada con mi futuro. 

miércoles, 4 de abril de 2012

Teatro para el desarrollo

Desde que conocí el proyecto EsArtes me ha gustado contar esta historia:

















En los años cincuenta, con el cierre de la industria del ferrocarril que había mantenido a la ciudad de Stratford -Canadá- por más de ochenta años, a este tipo llamado Jon Paterson se le ocurrió la idea de convertir a la ciudad en un destino cultural desarrollando un festival de teatro dedicado a las obras de Shakespeare.


Sesenta años después Stratford Shakespeare Festival es el referente de teatro para Canadá y Estados Unidos, ya que en la ciudad no solo se "ejecutan" las obras, sino que también tienen toda una industria dedicada al montaje de las mismas. Desde el vestuario, la escenografía, la iluminación; todo lo relacionado con el teatro.

Entonces, en algún momento de 2006 a Antoni Cimolino -Director General- se le ocurre que el éxito de Stratford se podía replicar en algún lugar de Latinoamérica. Y entonces,  buscando posibilidades en distintas ciudades de la región llega a Suchitoto.





Presentación de Voces de Los Cerros, 
creación colectiva de los alumnos de EsArtes.













El proyecto EsArtes Suchitoto dio inicio en marzo de 2010 gracias al apoyo de Stratford Shakespeare Festival, CUSO Internacional (que es la institución que envía voluntarios de todas partes del mundo para la instrucción en las diferentes técnicas que se les enseña), Asociación Primer Acto y el gobierno municipal de la ciudad.


"EsArtes es una iniciativa que crea alternativas para la educación y el empleo para la Juventud de Suchitoto, El Salvador y la región centroamericana. La meta es utilizar el arte y la cultura como catalizadores para dinamizar la economía, a través de la formación de destrezas técnicas, de capacidades en artes de la escena, y habilidades gerenciales y de emprendimientos. EsArtes busca cultivar el crecimiento de industrias culturales y creativas y, así también, estimular el desarrollo económico en la región."

Pero lo importante, lo más lindo e increíble de toda esta historia, lo que hace volcar todo el corazón y entusiasmo para, por ejemplo, estar escribiendo de esto a la una de la madrugada, son todas las oportunidades que se han abierto para los jóvenes de Suchitoto. En febrero se graduaron 50 bichos con especializaciones técnicas en todo lo relacionado al teatro: electricistas, herreros, carpinteros, costureras.

Ahora en abril, están a punto de presentar su trabajo de graduación -El Enfermo Imaginario- 27 jóvenes más que se han especializado en arte dramático, pero, que aparte han recibido formación en administración, producción escénica, historia y cultura, entre otros.  Cuando uno se pone a pensar que muchos de estos jóvenes vienen del campo, cuando uno se entera de la historia de muchos de ellos, de los sacrificios que están haciendo para seguir su sueño, cuando uno se da cuenta de todo eso; no se puede dejar de creer. Creer que el mundo tiene cosas buenas, que El Salvador tiene cosas buenas, cosas a las que apoyar de verdad con toda el alma. Porque el proyecto no solo está tocando las vidas de estos bichos y sus familias, está tocando la vida de la comunidad entera y del país.




La Abuela, La Casa de Bernarda Alba, 
octubre de 2010.











Y entonces, nosotros, como espectadores, no podemos menos que ir a sus funciones, aplaudir sus logros, que, como dije antes, son los logros de una comunidad entera.





EsArtes necesita fondos, necesita voluntarios; pero, sobre todo, necesita que El Salvador los conozca, que compartan esta historia y que vean sus obras.



En Twitter @esartes

martes, 3 de abril de 2012

Sin decir adiós

Y él será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Salmo 1:3

Hace doce años -exactamente doce años-, era lunes y luego de varias vueltas en un taxi por la extraña, sombría, nublada y gris ciudad de Newark; íbamos en el busito que llevaba del hotel al aeropuerto.
Debo confesar que era mi primer viaje trasatlántico, que me separaba de mis dos hijos por casi dos semanas, que iba a estar en el avión algo más de trece horas; quizás por eso, pensé, siento esta angustia inexplicable de repente. Y la angustia se convirtió en ataque de llanto en pleno aeropuerto mientras hacíamos una cola de más de 2 horas con los 1500 compañeros del tour para que los poco “paranoicos” israelíes nos revisaran las maletas a uno por uno. No estuve en paz hasta que conseguimos unas monedas y logramos hablar a mi casa. “Tu papá está en el hospital”, me dijo mi mamá “Pero no te preocupés, yo creo que hoy mismo en la tarde sale”. En El Salvador era medio día.

Esta podría ser una historia larga, una historia casi sin fin de unos días llenos de historia, de tradiciones religiosas, del "Allah'u'Akbar" sonando 5 veces al día, de sinagogas y un mar interminable de tumbas al otro lado de la calle frente a Al-Haram ash-Sharif, del Mar de Galilea y una ciudad donde Jesús multiplicó los panes y los peces, de una muralla construida en un acantilado en donde el pueblo judío cometió el suicidio colectivo más grande la historia… Del lugar más bajo de la tierra conocido como Mar Muerto, cerca de donde se descubrieron los más de 900 "scrolls" entre los cuales estaban los textos de la Biblia hebrea.

De todo eso podría tratar esta historia, y sin embargo; por alguna razón más allá de lo que logro entender esta historia se convirtió en el calvario personal de estar a miles de kilómetros lejos de casa el día que murió mi papá.

Sí, murió este día, el 3 de abril de hace doce años; y por cuestiones de la distancia, de no saber cómo se llamaba desde Israel a El Salvador, falta de acceso a Internet o quién sabe cuántas razones más –incluyendo a mí mamá que decidió ocultarme la noticia vaya a saber por qué razón espiritual o religiosa-; supe de su muerte hasta cuatro o cinco días después, que coincidían con el famoso sabbath de los judíos en el que nadie realiza ningún tipo de trabajo, lo que significa que tampoco hay vuelos trasatlánticos y de ningún tipo.

Esa es la historia. Todo tristeza y descubrimientos. Todo llanto y sorpresas. Todo bonito y feo. Tres horas lloré en el cuarto de hotel hasta quedarme dormida. No conocí la famosa mezquita ni fui bautizada en el río Jordán con todos los demás excursionistas. Sí dejé una carta de despedida en el Muro de los Lamentos , sí me pregunté el significado de todo eso viendo bajar la neblina por la ciudad de Jerusalén esa noche de sabbath, viendo las ventanas de las casas apenas iluminadas por las luces del menorá.  

Después, convencida por el guía espiritual del tour, terminamos el viaje tal y cual estaba planeado. ¿Qué sacrificio más grande podría hacer? me dijeron. Dios me había puesto allí por alguna razón que yo no me podía explicar... Y que ellos explicaban con un sencillo "es el plan de Dios". 

Esa es la historia. Doce años después sé que aquella angustia que sentí en el carrito del aeropuerto era mi papá que se iba –murió una hora después de la llamada que hice a El Salvador-, se iba en silencio sin decirme adiós