martes, 16 de julio de 2019

Una historia con propósito y otros caminos inesperados.




























Corrían los días de los primeros años de los noventa, recuerdo que mi hermano me acompañaba, no sé por qué razón, al que fue mi primer trabajo. Es un recuerdo de un momento lindo, porque yo trabajaba allá por la Sexta Décima y atravesábamos el parque Cuscatlán con mi hermano. En ese momento yo había dejado "standby" mis tres años y medio de Derecho en la UCA, una carrera en la que no me estaba yendo tan mal, pero con la que no me sentía feliz, llena, ni realizada. La verdad es que estaba bastante confundida acerca de lo que estaba haciendo o quería hacer. Lo único que tenía claro en ese momento es que lo que más quería era escribir.

De eso hablábamos con mi hermano, cuando se detuvo en alguna sombra de los palos del parque, y, con toda la sabiduría de sus diecinueve años, me dijo:

– Mire, lo que tiene que hacer es pensar qué es lo que quiere estar haciendo dentro de diez años, ¿qué quiere? ¿En dónde se ve dentro de diez años?

– Quisiera estar escribiendo en la National Geographic y viajando por todo el mundo.

En ese momento, por una grave confusión del destino, había encontrado un camino hacia mi verdadero propósito.


Claro, diez años después, veinte o treinta; no estoy escribiendo en National Geographic ni viajando por todo el mundo, porque a veces, amigos lectores, el propósito se esconde más profundamente de lo que creemos. Y de eso vamos a hablar ahora. 

Recuerdo haber escuchado el tema o concepto de marcas con propósito en un taller de planning estratégico al que asistí hace unos seis o siete años. Para mí fue un BUM, una explosión en el cerebro, una tormenta increíble de ideas. Aunque, ni ahora, ni en ese momento era algo nuevo, muchas marcas han venido construyendo propósitos increíbles para lograr conexiones más duraderas con sus usuarios o consumidores. 

¿Por qué?

Porque encontrar y definir un propósito es diseñar un camino más concreto y directo que te lleva a donde de verdad querés estar. 


Cuando una marca ha definido bien su propósito sabe cuál es el camino que debe seguir, en qué temas debe trabajar, hacia donde quiere llegar. Tener un propósito es, digamos, la razón de existir de la marca, o para qué fueron creadas más allá del tema de vender y hacer una transacción. Siempre me encanta poner como ejemplo a Holstee, una empresa que fue creada por dos arquitectos súper existosos de Nueva York que se dieron cuenta que solo estaban viviendo para trabajar, dejaron toda su fama y fortuna para vivir una vida más "considerada" con ellos mismos, el mundo y el medio ambiente e inspirar a otros también hacerlo. 









































De igual forma, como marcas persona, es primordial encontrar nuestro propósito. Esto nos ayuda de gran manera, no solo a entender y enfocarnos en un solo esfuerzo profesional y construir una marca relevante ; sino que también a entender nuestra razón de estar en este mundo. Como dije al principio, no es fácil, pero, sabiendo profundizar con un proceso y una metodología adecuados, lo podemos lograr. 

¿Ya sabés cuál es tu propósito de marca? ¿Has encontrado el camino que debés o querés seguir?



Próximamente Coffee Break, La Coffeecina y Comunicación Intuitiva, vamos a unir nuestras especialidades para traer el programa Historias para el Cambio, la fusión de varias especialidades que te facilitarán fortalecer la inteligencia emocional, el autoconocimiento y el liderazgo con herramientas de storytelling y transmedia y que te ayudarán a encontrar tu propósito.

Para más información de este taller podés escribir a taller@mihistoria.soy


martes, 11 de junio de 2019

Escribir para publicidad, la historia de todos los días.





















Muchos creen que solo se trata de juntar palabras y escribir lo que el cliente dice, pero ser un redactor publicitario tiene su técnica, su ciencia, sus propios conocimientos.


Siempre lo digo, hay muchos copys, clientes y hasta directores creativos que no entienden que cada medio y canal tiene su propia forma de ser escrito. Hemos visto tantas veces el error más común: texto de televisión usado en radio tal cual, no le cambian ni una palabra, no le ponen ningún efecto que lo pueda volver más memorable en un medio que, como sabemos, se basa en las palabras, el sonido y la música para transmitir su mensaje; la televisión se basa en imágenes, señores, ¿ven la diferencia? O está el caso del mensaje de la imagen de televisión puesta en prensa o en vallas con la frase de la campaña… ¿Y si el consumidor no ve el anuncio de televisión? Yo, que no veo para nada televisión, ya me he encontrado vallas o mupis con mensajes tan tirados de los pelos para el medio, que te quedás ¿Ahhh?


Y tampoco se les ocurra querer pasar todo el texto de prensa al mupi, ¿o que hay de aquellos que pasan el anuncio de prensa a la página de Facebook? Con el logo y todo, sí, incluyendo el cintillo de la publicación, que al pasarlo a redes se vuelve minúsculo, diminuto. ¿Y aquellos mupis con el número de teléfono de la empresa en cuestión? En serio, ¿creen que alguien va a detener el carro o el bus para anotar ese número? 

NO, en mayúsculas.

Cada medio tiene su propio lenguaje y recursos.


Recuerdo cuando en mis primeros años como copy, mi jefe leía mis interminables textos de prensa -Hotel El Salvador, una experiencia para repetirse- y me mandaba a editarlos un millón de veces. “Aquí no estamos escribiendo poesía¨, me decía; y claro, una copy inexperta y escritora frustrada como yo, se sentía ofendida. Pero no, si quieren hacer literatura allí está el camino. La publicidad se trata de vender, y eso cuesta un montón entenderlo en los primeros e inexpertos años cuando creés tener la verdad absoluta del copy writing.

Pero no, amiguitos, no. Se requiere mucha experiencia, y mucho camino por andar para entender, por ejemplo, que pocas personas leen un copy de prensa, córtenlo hasta la medida de lo necesario. O que todos van a cambiar la estación en las primeras milésimas de segundo si su cuña de radio no tiene una propuesta que enganche desde el primer sonido, la primera sílaba o palabra. Ajá, ¿y qué me dicen de sus famosísimos virales? Eso también es aprendido, estudiado, como dicen los señores de Forbes en su artículo 6 cualidades que hacen que un video se vuelva viral

Como verán, se necesita pensamiento, estrategia… Y claro, un “master” copy. Nótese que no dije Community Manager. NO, dije un “master copy”.

Por favor, confíen en los Copys y déjenlos que hagan su trabajo. Son profesionales en eso de los adjetivos, pronombres, sustantivos, signos y puntuación. Son profesionales en las palabras.

Este es un tema largo y que da para mucho, ¿les gustaría que siguiéramos profundizando más?