domingo, 16 de noviembre de 2014

I Don't Like Mondays

de cómo se llega a una cosa por otra
o las canciones más espeluznantes de la historia

Pues que hace unos meses descubrí esta revista que se llama Eleanor Rigby, que trata de uno de mis temas favoritos: música. La música es cultura, dicen, como lema. Y por si les interesa saber un poco más, el sitio es de los mismos creadores de Cultura Colectiva. En fin. andaba husmeando por sus playlists, temas y páginas; cuando llegué a este artículo que se titula Esta Canción Podría Matarte, que habla, particularmente de la canción Gloomy Sunday y la historia de muerte y suicidio que la rodea. Hay muchas versiones de la misma. La primera vez que yo la oí, fue en la de Roy Orbison, pero fue más conocida por la versión de Billy Holiday, también hay una de Björk... Y les dejo aquí la de esta niñita en Noruega Got Talented para bajarle un poco a la depre de la canción:



El asunto es, que al final se menciona esta otra canción de Bob Geldof (ya saben el de Boomtown Rats y que hace el papel principal en la película The Wall de Alan Parker), la que se llama I Don't Like Mondays y la cual he cantado o he "estribillado" varias veces en la vida y de la cual hace algunos años me enteré de la historia detrás. Resulta que una jovencísima Brenda Ann Spencer (tenía apenas 16 años) estaba aburrida ese lunes 29 de enero de 1979 y se le dio -para "revitalizar" el día- por disparar desde la ventana de su casa a la escuela primaria que estaba enfrente con la escopeta que su papá le había regalado unos días antes. La explicación de Geldof de cómo se le ocurrió hacer una canción de semejante tragedia es fácil:

Estaba haciendo una entrevista de radio en Atlanta con Fingers y había una máquina de teletipo. Lo leí en cuanto salió. Que no le gustaran los lunes como un motivo para hacer algo es un poco extraño. Estaba pensando en ello en el camino de vuelta al hotel y dije 'un chip de silicio dentro de su cabeza se sobrecargó' ('Silicon chip inside her head had switched to overload'). Lo escribí. Y los periodistas que la entrevistaban decían '¿Díme por qué?' ('Tell me why?'). Era un acto sin sentido. Era el acto sin sentido perfecto y esa era la razón sin sentido perfecta para hacerlo. Así que pude escribir la canción sin sentido perfecta para ilustrarlo. No fue un intento de explotar la tragedia.



Y bueno, al parecer la canción, con mucha razón, tuvo problemas iniciales para que sonará en Estados Unidos. En el Reino Unido, sin embargo llegó a ser número uno y a ganar premios como mejor canción pop y letra excepcional. A mí, quitándole todo el trasfondo histórico, la canción me gusta. Podría decirse que hasta es una canción alegre... Hasta que, ajá, se conoce la historia. Quizás una de las peores partes de la letra es I wanna shoot the whole day down. Y permítanme decirles que en una época como la que vivimos, tan convulsionada por la violencia, no creo posible que una canción así llegara a existir... O le permitieran ver la luz. O vivir.