domingo, 25 de mayo de 2014

#LasCancionesMásFelices del mundo.

Según la @Florsypower
(En inglés)

La música nos puede llevar a muchas partes. Nos puede llevar a donde queramos. Ya saben lo que dicen: que el secreto -que no es tan secreto- de todo eso son las ondas. Las ondas que llevan la música por todas partes y que pueden afectar el cuerpo y el cerebro, que también funcionan por ondas, ajá, las ondas cerebrales, eso, los latidos del corazón también son ondas. Ya dije la palabra ondas muchas veces en este texto. Pero no importa, quiero dejar bien claro el punto y tengo un libro muy bueno que habla de eso y se lo presté a alguien en un arranque de generosidad, pensando que ese alguien se iba interesar por mi interés en convertirlo en una persona más sabia respecto al tema de la música, pero resulta que tiene el libro guardado en su librera... Que se ve bien chivo allí. Dice.

En fin. La música es una maravilla, y les diré, que aquellos que no pasan de atormentarse los oídos y las ondas cerebrales y los latidos del corazón con horrible y sin sentido reaggetton no saben lo que se están perdiendo.

Y que el asunto no era contarles toda esa historia, sino que, ajá, explicar por qué y cómo es que la música nos puede llevar a diferentes estados de ánimo y en este caso en particular al estado de ánimo llamado felicidad.  Claro que también tiene que ver con lo que dicen las letras y, en algunos casos con los recuerdos relacionados a esa canción...

Así que ya que ando en un mood de sospechosa euforia, me dediqué a hacer un playlist de las canciones más felices de la historia del mundo... O al menos de mi mundo. Y, oigan, muchos no acordarán en que esta lista sea la mejor o más acuciosa, pero, hay que tomar en cuenta que el ritmo de mis ondas cerebrales es diferente a las del resto de mortales, supongo. Verán, mucho de esto me lo estoy inventando así que vamos mejor a la lista:


1. You're my first, my last, my everything / Barry White





You're like a fresh morning dew on a brand new day.

Quizás en alguna parte de mi subconsciente esta canción me remonta a mi temprana infancia, esa época feliz cuando no había preocupaciones ni nada de qué lamentarse. Y supongo que también me remonta a la época feliz en que Robert Downey Jr. salía en Ally McBeal y bailaba esa canción en un baño. Verán, la intro, que dura alrededor de 30 segundos, es una de las anticipaciones que más sonrisas ha puesto en mi vida... He bailado esa canción en la fiesta navideña de la agencia desde hace más de 10 años -sí, en todas, ya es una tradición-... Ah, sí, se me olvidaba contarles: en mi temprana infancia uno de mis hermanos mayores bailaba disco en la tv y nos "ocupaba" a mi hermana y a mí para ensayar. Sí, puedo bailar disco, beibes. La letra, el crescendo de la canción, la melodía, los lalalaaaa, lalaaaaaa, lalaaaaaaa; la vuelven, de verdad, la canción más feliz del mundo. ¡Y que nadie diga lo contrario! No se atrevan. :)

2. Shiny-Shiny / Haysi Fantaysee 




Good times come to me now...

Cariños queridos, creo que nadie, aparte de mí, se acuerda de esta canción de los 80's. Haysi Fantaysee ya de por sí es un nombre feliz. Ellos dos mismos, cantando y bailando en lo que parece un video sacado de la pista de un circo -recuerdo que la gente hacía el chiste de que la chera tenía puesto un cinturón de castidad-, y una melodía que por momento parece tonadita de película de vaqueros; la vuelven una de las cosas más divertidas que pudo haber existido en la vida. El "good times come to me now" del inicio es como un conjuro.



3. Lights Out / Peter Wolf




What can I do, all I need is to dance with you.

Peter Wolf fue el vocalista de J. Gails Band, que tuvo sus inicios en los 70's y bastante éxito a principios de los 80's con canciones con temas muy "profundos" como Centerfold o Love Stinks. Vayan ustedes a saber por qué, a los principios de mi adolescencia yo cantaba love stinks, yeah, yeah, y el video era uno de mis favoritos en la tv... Seguramente habrá sido una profecía "And so it goes, till de day you die, this thing they call love, it's gonna make you cry." Y bueno, a mí me gustaba en demasía Peter Wolf. Quizás por eso cuando sacó Lights Out como solista, me emocioné y verlo bailar -con esa forma tan particular de bailar que tiene o tenía- en ese video me causa una felicidad solo comparable con el primer café en la mañana.


4. Kiss / Prince



I just want your extra time and your kiss, yes!

Prince también me remonta a una época feliz: la escuela de danza con mallas y leotardos negros y tardes interminables con Hugo Bordón, el maestro uruguayo de ballet, que me llamaba Floretta, y con quien nos amamos mutuamente. Mientras el mundo se desbocaba por admirar a Michael Jackson, yo admiraba a Prince, siempre me pareció mucho más creativo e original que el otro *le caen piedras de los admiradores de Jackson*. Esta canción en especial, cada vez que la escucho me dan ganas de levantarme a bailar y que el tiempo se detenga y que no se acabe nunca.


5. Raise your glass / Pink



So raise your glass if you are wrong in all the right ways.

Pues, que mi querida ídola musical tiene esa maña tan particular de escribir letras fuertes, actuales, que llegan al corazón y a la razón. La amé desde que apareció allá por el 2001 con Get This Party Started y la sigo admirando ahora, porque solo ella sabe cómo decir las cosas de una manera tan hermosa como Just Give Me a Reason o Family Portrait. Digamos que Raise Your Glass es un himno. Un mensaje feliz para todos los marginados, para todos los que estamos equivocados de la manera correcta. Cheers!!



6. Dream a little dream / Cass Elliot 







But in your dreams, whatever they'll be, dream a little dream of me. 

No recuerdo en qué momento apareció esta canción en mi vida... Lo que sí sé es que se convirtió en tema de muchos momentos lindos y se la he cantado a alguien alguna vez porque era feliz... Y contra eso, no hay nada que se pueda hacer. No es una canción de felicidad eufórica como muchas de las que conforman esta lista. Es más bien una canción de felicidad suave, tranquila, pausada; como muchas veces suele ser la felicidad cuando uno está completo. La canción apareció por primera vez en 1931 y quizás sea de las más versionadas en la historia, la han cantado desde Louis Armstrong hasta Robbie Williams... Hay una versión muy deprimente de Zoey Deschanel que no les recomiendo. Pero quizás la que me da felicidad y por la cual la canción es más conocida, es la versión de Mama Cass Elliot. La voz de ella es hermosa. Es un arrullo.




7. Danza Húngara No. 5 / Johannes Brahms




Pues que al parecer, Brahms se peló para su época, porque según veo y siento, sus Danzas Húngaras eran tan bailables y estaban llenas de una euforia poco convencional para esa época. La más conocida de todas, la Número 5, la bailé en kinder vestida de gitana, con panderetita y todo lo demás. Aunque no lo crean, esta melodía también ha sido muy versionada, según dicen, Brahms la escribió originalmente para piano y luego fue orquestada, pero, claro, la versión para violín de David Garret es de las más felices que hay, y luego está la versión con bandoneón de Martynas que es una alegría para el corazón... Pero, si me dejan escoger, me sigue alegrando más, mucho más, la versión orquestada. 



8. Walk Like a Man / The Four Seasons en versión Heart and Souls + Robert Downey Jr.



oo woo-oo-oo oo woo-oo-oo (wop wop wop wop) oo woo-oo-oo oo woo-oo-oo

Y resulta que, ajá, Los Four Seasons tienen demasiadas canciones felices como Sherry, Big Girls Don't Cry, Can't Take my Eyes of You... Y la que nos compete en esta ocasión: Walk Like a Man. Digamos que la canción de por sí ya es muy feliz, pero si ustedes le agregan el toque de que Robert Downey Jr. la cante y baile en la escena de una película; pasa a ser el colmo del júbilo y regocijo. Bailemos...


9. Tubthumping / Chumbawamba 



He drinks a whisky drink, he drinks a vodka drink, he drinks a lager drink, he drinks a cider drink... He sings the songs that remind him of the good times, he sings the songs that remind him of the better times.

Esta canción la bailamos, la gritamos, la saltamos, nos la golpeamos tantas veces y tantas noches en las fiestas y reuniones en mis primeros años en Apex. Una época feliz, sí, cuando todos rondábamos las mismas edades y compartíamos pensamientos, gustos y sueños. Tubthumping era el himno de aquellos días y cuando comenzaban las primeras notas y palabras "we'll be singing..." y eso, la mara enloquecía, alzaba sus vasos y botellas. Y la euforia se apoderaba de los cuerpos. Alguna vez salió más de alguno golpeado. En otra fiesta hubo una mesa quebrada. ya no hacen a la gente ni a las canciones así. You're never going to keep me down. NEVER, dije. 


10. Shiny Happy People / REM


Everyone around, love them, love them, put it in your hands, take it, take it... There's no time to cry.

"Esta historia trata de andar pasaditos los veinte, creerse la dueña del mundo, la verdad absoluta, la noche, el futuro, y los pocos amigos que uno tiene. Trata del descubrimiento de uno mismo junto a otros que descubrían lo mismo, o se creían que estaba descubriendo lo mismo o vayan a saber. Se trata de semanas largas con sus noches más largas todavía, cuando el alcohol no era suficiente, mucho menos las cosas que contar y compartir con la gente que te llenaba la vida de eso... Vida. Y trata del viento y sentirte tan libre que más libertad no era posible y de salir y caminar y hablar y emborracharte hasta llorar o morirte de la risa o las dos cosas al mismo tiempo. Trata de las preguntas que uno se hace a esa edad, de lo que se trata de entender, que no era lo mismo que se trataba de creer. Y las miradas de los que crecían y creían con vos. Y los amaneceres de año nuevo, de navidad, de los cumpleaños y tener cualquier excusa para celebrar o no. Y ser tan libre. De eso trata. De repente las canciones vuelven a sonar y los recuerdos se llenan de verdadera shiny happy people bailando descalza en una calle equis o un parque equis o la colonia equis en donde vivías."

(Para el post original, podeís ir aquí)

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Para el playlist en Spotify:


No encontré por ningún lado Shiny-Shiny ni Lights Out, se las debo.

Y eso es todo. Iba agregar Need You Tonight de INXS, The Beds Are Burning de Midnight Oil, How Do You Do de Roxette, Feeling Good de Nina Simone, pero tal vez dan para una segunda parte de este post. Solo quiero aclarar que las canciones no están en ningún orden específico de preferencia, las fui poniendo tal cual las fui recordando. Tal vez sí la de Barry White sea la número uno de mi lista. Pero no estoy segura, podría ser la de Chumbawamba o la de REM. Quién sabe. 



domingo, 11 de mayo de 2014

Conmemoraciones

Antes yo era una persona especial. Me sabía de memoria (todavía me los sé, esas cosas no se borran jamás) las fechas de cumpleaños de mis amigos (y hasta de mis no tan amigos) e iba por la vida siendo la primera en llamar por teléfono o pasar dejando el respectivo abrazo o regalo... Me gustaba mucho, demasiado, hacer regalos. Me gustaba hacer regalos bien pensados y comprar los papeles y listones para envolverlos yo misma. De hecho, una Navidad seleccioné por más de un mes los regalos para mis compañeros de trabajo, cada uno de esos regalos fue escogido pensando en los gustos y aficiones de cada uno de ellos. Hacía vídeos, mandaba fotos, recordaba momentos, canciones, colores. Era capaz de recordar hasta como estaba vestida cuando conocí a tal o cual persona (de hecho todavía lo recuerdo, ya les dije, esas cosas no se olvidan), qué canción sonaba, cómo estaba la temperatura de la arena cuando iba platicando con el enamoradito de los 17 años. Y así.

Como les dije: era una persona especial.


Siempre fui del tipo que le daba un poder casi mágico a los recuerdos y a los objetos, fechas, música y olores relacionados con ellos. Era del tipo que hacía referencias como "caía una lluvia suavecita", "el cielo estaba más azul que nunca", "sonaba tal canción de Leonard Cohen", "amanecía y el suelo estaba lleno de colillas de cigarros", "el día que te conocí llevaba una camiseta morada, un jeans desteñido y el pelo salvajemente suelto"... Esas cosas, saben. Esas cosas que hacen que la vida valga la pena y sea memorable.

Y entonces, cada recuerdo se volvía una conmemoración con la representación simbólica del objeto, canción, ropa o cualquier cosa que pudiera representarlo. Oh, sí, cariños, a los 17 años le pedí a mi madre que me ayudara a bordar unos pañuelos con las iniciales del enamoradito que había conocido en la playa, otra vez hice un disco con todas las canciones que habíamos intercambiado otro chero y yo y se lo regalé para un cumpleaños... Otra vez escribí a mano -sí, a mano, en un cuaderno vintage y con una plumita especial comprados ex-profeso para la ocasión- todas las cartas y "comunicaciones" que habíamos tenido con este otro tipo. Pasé casi quince días escribiendo a mano, saben, era bastante la comunicación que habíamos tenido en una relación que tuvo que terminar trágicamente a los ocho meses -lo de "trágicamente" es una exageración para darle más drama a este relato-... Y entonces, cada conmemoración, alegre o gris, se me iba llenando de canciones, objetos. Melodramas, si quieren llamarlo así.
Pero -sí, siempre tiene que haber un pero en cada historia importante-, llega un momento en que te das cuenta de que ser especial no te lleva a ninguna parte, mucho menos cuando los otros, los del otro lado, el de los pañuelos, el disco y el librito escrito a mano; no le dan el mismo valor que vos. O al que llamás por teléfono todos los años para felicitarlo por su cumpleaños ni siquiera se acuerda del tuyo... Y dice una persona que conozco, que uno no debe hacer ese tipo de cosas esperando algo de regreso, que sino, no tiene gracia. Pero vieran que después de tantos años y conmemoraciones sin sentido; uno pierde la fe en la humanidad. Después de transferirle a un objeto tanto significado y dárselo al otro para que no lo reciba con el mismo entusiasmo y pasión y entrega con el que vos lo hiciste; no tiene sentido.


Y uno deja de ser especial.

De un día a otro.

Y empieza a tirar los recuerdos por la ventana.