No se imaginan todas las ideas que he tenido, incluyendo un "reality" en stories de IG en donde iría publicando los avances de cómo van creciendo mis canas con el paso de los días 😂😂
Y, bueno, la idea final, aprobada anoche por mi insomnio, es hacer lo que mejor puedo y me gusta: contarles algunas historias interesantes todos los días. Aquí van las primeras: canciones con trasfondos bastante tristes o espeluznantes.
1. I don't like Mondays. Bob Geldof
Bob Geldof (ya saben, el vocalista y compositor de Boomtown Rats y que hace el papel principal en la película The Wall de Alan Parker), se enteró de esta historia mientras hacía una entrevista de radio en Atlanta, frente a él había una máquina de teletipo en la que mandaban las noticias del momento (ajá, aquellos días en que no existían las redes ni el internet), entonces fue cuando leyó acerca de Brenda Ann Spencer, quien ese lunes 29 de enero de 1979 estaba aburrida en su casa en San Diego y se le dio -para "revitalizar" el día- por disparar desde la ventana de su casa a la escuela primaria que estaba enfrente con la escopeta que su papá le había regalado unos días antes. La explicación de Geldof de cómo se le ocurrió hacer una canción de semejante tragedia es fácil:
"Estaba haciendo una entrevista de radio en Atlanta con Fingers y había una máquina de teletipo. Lo leí en cuanto salió. Que no le gustaran los lunes como un motivo para hacer algo es un poco extraño. Estaba pensando en ello en el camino de vuelta al hotel y dije 'un chip de silicio dentro de su cabeza se sobrecargó' ('Silicon chip inside her head had switched to overload'). Lo escribí. Y los periodistas que la entrevistaban decían '¿Díme por qué?' ('Tell me why?'). Era un acto sin sentido. Era el acto sin sentido perfecto y esa era la razón sin sentido perfecta para hacerlo. Así que pude escribir la canción sin sentido perfecta para ilustrarlo. No fue un intento de explotar la tragedia."
Y bueno, al parecer la canción, con mucha razón, tuvo problemas iniciales para que sonará en Estados Unidos. En el Reino Unido, sin embargo llegó a ser número uno y a ganar premios como mejor canción pop y letra excepcional. A mí, quitándole todo el trasfondo histórico, la canción me gusta. Podría decirse que hasta es una canción alegre... Hasta que, ajá, se conoce la historia. Quizás una de las peores partes de la letra es I wanna shoot the whole day down. Y permítanme decirles que en una época como la que vivimos, tan convulsionada por la violencia, no creo posible que una canción así llegara a existir... O le permitieran ver la luz. O vivir.
2. Shiny Happy People. R.E.M
4 de junio de 1989, plaza Tiananmen, China. Un grupo de civiles desarmados intentan evitar que las fuerzas militares llegaran a la plaza donde jóvenes estudiantes y otros manifestantes, que provenían de diferentes grupos e intelectuales, protestaban contra el gobierno del Partido Comunista al considerarlo demasiado represivo y corrupto. Según la CIA la cantidad de personas masacradas ese día van entre 400 y 800; según fuentes no identificadas de la Cruz Roja China, hubo más de 2600 muertes.
Michael Stipes, lider y vocalista de la banda, escribió la canción en respuesta a esta terrible masacre, sobre todo refiriéndose al contexto falso y a todo lo que el gobierno chino quiso ocultar. Hasta la fecha, la realidad de todo lo que pasó, aún es un tema impronunciable en china. La frase Shiny Happy People salía como eslógan en un afiche de la campaña política de Mao ese mismo año.
Esta canción en particular me trae muchos recuerdos de mis tempranos veintes cuando teníamos una tiendita al final de la calle y a la entrada del parque. Cuando bailábamos descalzos en la calle y la vida era la maravilla que comenzábamos a imaginar.
3. Jueves. La Oreja de Van Gogh.
Cuando vi el video de esta canción, me impactó mucho, fue una mezcla entre lindo y tristeza. La del video me pareció una historia bellísima, pero no entendía qué tenían que ver los rostros de la gente con la canción, hasta que, investigando un poco, me encontré con que la canción es un homenaje a los atentados terroristas en los trenes el jueves 11 de marzo de 2004 en Madrid.