martes, 28 de febrero de 2012

No hay tiempo...

[ 6:36 am ]


















No llegaste a tiempo con el desayuno y medicinas.
No llegaste a tiempo con tus adioses y tu abrazo.

lunes, 20 de febrero de 2012

Conflictos emocionales

levantarse o no a las cinco despedirse de los hijos desde la cama o desde la puerta de la casa tomarse el café o el té verde el cereal con leche descremada o pan dulce el pelo suelto o la cola con gelatina la falda el vestido el pantalón o la blusa negra morada o de todos colores ¿apurarse para no llegar tarde? será que habrá algún retén en el camino la diego de holguín la chiltiupán o santa elena pitarle al vigilante para que quite el cono o bajarse uno mismo a quitarlo el café otra vez o el té verde otra vez el yogurt de mango o la semita no otra vez el comentario sarcástico quedarse o seguir no otra vez el comentario sarcástico mandarlo a la mierda o quedarse calladx no otra vez el comentario sarcástico el cigarro a las diez a las once a las doce no otra vez el comentario sarcástico hablar como dios manda o simplemente barajustar y otra vez el comentario sarcástico el marco del anuncio se ve bien azul o verde o anaranjado explicar otra vez que solo ya no lleva tilde que completamente gratis es redundancia que sí canadá lleva tilde en la a hablarle a Miguel para quejarse para decirle de la tristeza del vino o no la camiseta qué talla y no poder no querer no saber pero seguir porque se debe porque se puede porque se sabe no otra vez el comentario sarcástico y otra vez el almuerzo enfrente de la computadora y el frío adentro el calor afuera la lluvia negra que cae enterarse casi a las seis que la estrategia de radio tiene que quedar hecha y no querer pero seguir porque se debe y otra vez la llamada a Miguel no creo que lo logre y la solución tan fácil y divertida que parece mentira dibujar los tréboles celestes para la decoración de mañana y la estrategia de radio qué hueva regresar a las diez de la noche a diseñar un banner que tiene que ser impreso en la mañana escribir + 3 hijos + un esposo = mis conflictos emocionales y publicarlo y después escribir esto: mis conflictos emocionales.

Enamorarse y desenamorarse

Cuando tenía 22 años me enamoré con un amor de esos inexplicables de un chero que por entonces era el más guapo, inteligente y carismático ser que pudiese caminar sobre la faz de la tierra. Yo lo esperaba todas las noches como enamorada victoriana y si no se aparecía le escribía versos o pintaba sus iniciales con pintura de spray en mis camisetas -sí, con spray rojo y negro para carros-, y hacía plantillas de corazones y toda mi creatividad y mi amor se veían reflejados en mi ropa con manchas muy al estilo "pollocksiano".


Ah... El amor puede ser ridículo de verdad. 

El punto es que, para mi fortuna y la desgracia de la venta de pinturas, después de un año de versos, camisetas manchadas, encuentros furtivos -Ah, porque para añadirle mayor dramatismo a la historia, el chero no era del gusto de mi familia-,  madrugadas y amaneceres de pláticas interminables, largas noches leyendo a Fromm, y más largas tardes oyendo a la sicóloga moralista que me dejó más neurótica que al principio; el cuento cambió de personaje principal. 
Resulta que hace días me encontré al guapointeligentecarismáticoser que ya no es tan guapo ni inteligente ni carismático y me descubrí platicando con él sin interés, distraída y preguntándome qué pudo ser lo que me movió en su momento a idolatrar a ese hombre y no querer vivir más que su vida. Cómo puede ser así eso de enamorarse.

Y desenamorarse. Y tantos años después, encontrarse con alguien por quien no darías nada.

martes, 14 de febrero de 2012

Capítulo 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
Julio Cortázar, La Rayuela.

No hay palabras, es simplemente maravilloso.