Ya lo hemos dicho antes en este blog, la tristeza es un derecho >inalienable, indivisible, inapelable< de todo ser humano. Sin embargo, desde pequeños nos enseñan a ocultarla, a escondernos cuando estamos tristes, a contener las lágrimas aunque tengamos aquellas ganas inmensas de desatarlas. Incluso el enojo no es tan mal visto en los círculos sociales.
La tristeza no. Hay que ocultarla.
Como si no tuviéramos el sagrado derecho de enarbolarla cual bandera el día de la independencia.
Yo soy conocida, más que todo en los círculos familiares, como una llorona empedernida. No me da vergüenza, saben, demostrar mi tristeza, y llorar a mares si tal es la gana. Y llorar inconteniblemente ya sea por grandes penas, ya sea porque matan a la mamá de Bambi. Llorar me descarga. A veces suelo pensar que me limpia la mirada y evita que las penas se acumulen irreversiblemente dentro de mí. Esta semana me dio por sentirme triste y ejercerla con todos los poderes, ponerme canciones lastimeras en todo el camino al trabajo y envolverme en mi aura de desconsuelo y desasosiego.
Y bueno, para la ocasión se me dio por armar mi propio playlist "Para Llorar"
Para armarlo recibí algunas sugerencias en Twitter, Facebook y vía el iChat de la oficina. Descubrir las diferentes tonalidades que para unos pueden ser tristes y para otros no, fue la parte más interesante de la investigación, y @ElCopycito no me dejará mentir con las más de 10 sugerencias que me mandó, de las cuales alrededor de 3 o 4 pasaron mi escrutinio lacrimoso. En el camino descubrí, por ejemplo, que Radiohead es uno de los grupos más deprimentes (o deprimidos) con alrededor de 8 canciones tristes entre las 10 de ellos que escuché. "Your skin makes me cry..." es uno de los versos más poéticamente melancólicos que he escuchado. Al momento en que escribo este post hay 18 canciones en el playlist, el cual luce así:
Hace falta agregar algunas que fueron recomendadas en Facebook, pero allí va, una lista de canciones tristes para entristecer más cualquier tarde melancólica de viernes o sábado o domingo. Hasta ahora mis favoritas para la tristeza son estas:
Dirán que no tengo nada qué hacer y que soy una neurótica compulsiva... Nada de eso, ya dije: simplemente ejerzo con sabiduría mi soberano derecho a estar triste.
¿Cuáles son sus canciones tristes, querido lector?
No hay comentarios:
Publicar un comentario