viernes, 8 de julio de 2011

El tiempo pasa

Y eso nada lo va a cambiar. Después de siete años estás en el mismo lugar en el que hace siete años no querías estar. En ese lugar que te dolía, en ese paisaje en la ventana, en esa sonrisa de medio lado que odiabas, en esa canción que sonaba dándole sentido a todo. El tiempo pasa y te lo subrayan las arrugas que querés negar, pero que van apareciendo indescifrables; en los mensajes que escribís y luego borrás. El tiempo pasa no solo en los relojes o calendarios. Pasa en los adioses adivinados, en los cigarros consumidos, en las pláticas inventadas de los viernes, en cada pensamiento que cuando lo pensás,

ya pasó.

El tiempo pasa en las palabras, en lo odios de cada día, en las nubes que en la mañana están y ahora no, en las telarañas en cada esquina de la pared, en las paredes que fueron blancas, en el vaso vacío, en las sonrisas que nunca fueron.

El tiempo pasa mientras escribo esto, mientras pienso la siguiente palabra y la escribo, el tiempo pasó.

Pasa sin querer. Pasa y pasa el sol, la luna, la lluvia, el viento; el árbol que se cae, la flor que nace, el suspiro que se eleva, la palabra que nunca se dijo, la frase que quiso y no pudo ser. Pasa la mirada y tu mirada que la mira, el abrazo que se queda en silencio, los vasos que no brindaron, el amor que no se brindó, lo que pudo ser y no. La noches con neblina, pasan. Pasan inadvertidas y cuando te das cuenta de la blusa negra y la camisa blanca, ya pasó. Pasó con su misterio y su noche, con sus palabras inventadas, con toda la historia de veinte años, con todo eso, pasa. Pasa el tiempo y pasan las palabras, aunque la computadora las grabe, siempre pasan; pasan con su alegría, desaliento, esperanza, rencor, reproches. Pasan aunque sean duras, aunque sean felices, aunque sean de amor, las palabras siempre pasan.

Y pasa el tiempo y las lágrimas y las preguntas.

Las lágrimas y su misterio.

Las preguntas sin sus respuestas.

Pasa el tiempo... Y vos vas pasando nada más. Como pasa todo.

2 comentarios:

  1. Pasa la vida, pues.
    Un abrazote, Flor, me gustó mucho la entrada.

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  2. Gracias. Gracias por leer y comentar. No me siento tan sola por aquí.

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