2. Uno que se haya demorado mucho en leer: Hay varios. Pero el que se lleva el primer lugar es Pobrecito Poeta que Era Yo de Roque Dalton. Creo que me tardé como diez años en pasar de las primeras páginas. Luego nunca pasé del centro y así... Creo que lo regalé. Lo siento Roque, no soy tan patriota.
3. Uno que sea un placer culposo:
Cuentos Completos de Mario Benedetti. Hay gente que odia a Benedetti, hay gente que lo ama tanto que ha hecho canciones de sus poemas, hay gente que ha desgastado demasiado muchas de sus frases, hay gente que hasta ha hecho powerpoints con su Táctica y Estrategia. El punto es que Benedetti es un escritor tan sencillo -tomen en cuenta que nunca se graduó de bachillerato- que supo llegar bien fácil a las masas. Hablar como ellos hablan. De la misma manera sus cuentos hablan de gente y situaciones cotidianas, de la gente de aquí y de allá. Yo lo amo, lo releo y lo vuelvo a leer. Perdónenme, ya lo dije: soy bien sencilla.
4. Uno que le gusta a todos menos a usted: En el Twitter puse el Aleph de Borges -siempre ha sido un autor que me ha costado mucho entender (acuérdense que soy sencilla)-, pero creo que nuevamente en este campo me iría por Cien Años de Soledad y, en general, por García Márquez. No me gusta, de verdad. Me quedo nada más con los Doce Cuentos Peregrinos y Me Alquilo Para Soñar.
5. Uno de viajes.
¿La Odisea? ¿La Vuelta al Mundo en 80 Días? Travesuras de la Niña Mala de Mario Vargas Llosa. Digamos que no es un libro de viajes en todo el sentido, pero andar de Perú a París a Cuba a Japón a Londres a Madrid siguiendo las malandanzas de "La Chilenita" es toda una odisea. De verdad, es una historia que sabe conjugar perfectamente lo sublime y lo miserable del amor. Ash! Cómo odié a esa mujer.
6. Uno de un nobel:
Creo que no ha habido un libro que me haya causado tanta angustia y desolación como El Señor Presidente de Miguel Angel Asturias. Podría decir que es lo mejor que tiene Centroamérica. Lo leí en bachillerato, creo, o en uno de esos años en los que cada libro que caía en mis manos era devorado. Me enamoré de Miguel Cara de Ángel y su transformación de malvado-desalmado a enamoradito de telenovela. La escena final con Miguel encerrado en ese metro cuadrado con una gota de agua cayéndole en la cabeza intermitentemente es una de las cosas más impresionantes que he leído en mi vida. -Ups, ya conté el final-
Diary of a Wimpy Kid de Jeff Kinney. Les diré: nunca, pero nunca, me había reído a carcajada suelta leyendo un libro. Por que una cosa es esbozar una sonrisa y otra bien diferente acabar llorando de la risa. Esta serie de libros (la primera consta de 4 volúmenes) llegó a la casa vía @nicknastejr y cuenta los diarios avatares de la vida de Greg, este bichito que hace las tonteras que hace un bichito de su edad, y cómo todo siempre termina de la manera más inesperada. Lo lindo es que no hay una mamá pulcra, un papá sabio, ni un hermano al que se deba admirar, todos son los anti-personajes. La vida real, pues. Cada historia viene acompañada de ilustraciones-caricaturas del autor. Allí en La Casita (valga el comercial) tienen toda la serie.
8. Uno para leer por fragmentos. Mentes Creativas de Howard Gardner. En este libro, hermoso y gordo como ninguno, Gardner postula su teoría de las Inteligencias Múltiples y las ejemplifica con un maestro -contemporáneos ellos entre sí- de cada una: Gandhi, TS Elliot, Einstein, Stravinsky, Freud, M. Graham y Picasso. El asunto es que este es un tratado de sicología, saben, con biografías bastante profundas y analíticas de cada personajes. Entre eso y que lo compré en inglés, me tomó bastante tiempo leerlo todo. Probablemente alrededor de cinco años, entre postulados y biografías. Leí por partes, la historia de cada uno. De hecho, ni siquiera las leí en orden. Pero, de verdad, es un placer que no tiene nombre. Por ejemplo: haber estado en el MoMA frente a las Demoiselles d'avignon y saber todo el trasfondo sicológico e histórico del cuadro fue una de las emociones más fuertes que he tenido en mi vida. Se los prometo.
9. Uno con una excelente versión cinematográfica: Todo Está Iluminado de Johnatan Safran Foer. Les diré: yo vi la película antes de saber que se trataba de un libro. La película, dirigida por Liev Schreiber -hombre guapo, demasiado- es una joyita de personajes -¡hasta el perro es un personaje!-, diálogos, situaciones y dirección de arte. Hay una escena con campo de girasoles que es de lo más bonito que he visto en mi vida. Luego de la película, me puse a investigar un poco y descubrí que era un libro, escrito por este chero judío-gringo de 24 años. De allí la historia sigue en que busqué el libro en Amazon -obvio, aquí no estará ni en sueños, creo-, lo compré y que el mismo resultó ser diez veces mejor que la película. ¡Lo tienen que leer! No me voy a poner aquí a hacer análisis, ni resumen, ni esas cosas. Para un buen resumen se pueden ir aquí.
10. Uno con una pésima versión cinematográfica. La Casa de Los Espíritus de Isabel Allende. Verán, cuando yo era veinteañera e hizo su aparición la Isabel, yo la amaba. Leí todos sus libros, desde Cuentos de Eva Luna hasta El Plan Infinito. Momento en el que me di cuenta de que sus historias ya no pasaban de lo mismo. El asunto es que La Casa de los Espíritus me gustó mucho, es, quizás, de las que leí, mi favorita de la Allende. Por eso mismo fui con muchas expectativas a ver la película cuando la estrenaron. Consejo sano: jamás haga una película de dos horas basada en un libro de más de 450 páginas. Ni siquiera un reparto de lujo como el que tiene -Meryl Streep y Jeremy Irons, entre otros- la salvó de haber perdido toda la esencia de la historia.
* Para el reto original de los Treinta Libros pueden ir aquí.
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