jueves, 15 de septiembre de 2011

TREINTA libros 3*

21. Uno de cuentos (no valen antologías).
Casi un objeto de José Saramago.
Empecé con Saramago el año en que vino a El Salvador y por razones extrañas no pude ir a su conferencia.  En ese momento me pregunté cómo es que antes no lo había leído. De una sola vez me hice de El Evangelio Según Jesucristo, El Cuento de la Isla Desconocida, antología de sus poemas y Casi un Objeto. Como ya he dicho anteriormente: soy bien sencilla. Casi un objeto me sorprendió por lo intrincado de su relatos, particularmente el primero... "El primer relato se titula “Silla” y narra cómo es que la silla donde el dictador Salazar se sienta, se va carcomiendo y termina finalmente por derribarse y llevar al suelo al presidente portugués." Lo que más ms sorprendió de ese relato es que solo trata de la silla que va cayendo. Interminables 31 páginas de la descripción de una silla cayendo. Increíble. Impresionante. Por ahora no he pasado de la cuarta parte de El Evangelio Según Jesucristo. No sé por qué me pasa eso con algunos libros, quedan allí, inconclusos, tirados en una librera por años. No entiendo. 


22. Uno de poemas (no valen antologías) Los Placeres Prohibidos de Luis Cernuda. A este señor lo amo desde bien pequeña, tal vez desde comienzos de la adolescencia, cuando leía "No decía palabras, acercaba tan solo un cuerpo interrogante..." y me emocionaba y probablemente no entendía. Lo que me gusta de Cernuda -miembro de la Generación del 27 junto a García Lorca y otros- es la musicalidad de sus poemas, los leo, tienen un ritmo y cadencia como ningún otro:

Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.


23. Uno que le gustaría volver a leer en su vejez. El Quijote de Miguel De Cervantes. Le leí en bachillerato, como tenía que ser. Sí lo leí todo, con todos sus capítulos, como tenía que ser. Es un libro lindo, demasiado; que he intentado leer varias veces y no he podido, por falta de tiempo y paciencia. Lo voy a dejar para el ocaso de mi vida, cuando no tenga nada qué hacer. Creo que tiene suficiente sabiduría de la vida como para prepararse para morir en paz [:)] Por entonces también voy a terminar El Evangelio Según Jesucristo.




















24. Uno que no le prestaría a nadie. En Twitter puse que Tokio Blues de Haruki Murakami, pero no vale, porque ya lo presté. En algún momento también me dije que no iba a prestar Todo Está Iluminado, pero ya lo hice. Así que creo que este lugar va para La Fascinante Historia de las Palabras de Ricardo Coca. Es un libro demasiado "fascinante" para prestarlo. Aunque en el fondo sé, que sí, algún día lo voy a prestar, porque -ash- me encanta compartir las cosas "fascinantes" que leo.


26. Uno que asocie con la música que le gusta. El Efecto Mozart de Don Campbell. No solo por la música de Mozart -que al final no me gusta mucho- si no por que el libro hace una minuciosa explicación -científica- del efecto de la música -todo tipo de música, incluyendo bachata y rap- en el estado de ánimo, la creatividad, el rendimiento académico, etc. Obviamente está basado en todos los estudios que se han hecho de la perfección matemática de la música de Mozart y cómo las ondas de la música afectan las ondas cerebrales y el ritmo cardíaco. Para los amantes de todo tipo de música este libro es una joya. 




27. Un libro que le regalaron y no le gustó. No puedo decir, porque corro el riesgo de que la persona que me lo regaló lea este post y... ¡Qué feo! Solo puedo decir que es de Paolo Cohello.


28. Uno que lo haya asustado. Creo que lo dije antes: lo malo de empezar a leer a tan temprana edad es que caen en nuestras manos libros para lo que no estamos preparados. Ese fue el caso de The Buenos Aires Affair de Manuel Puig. Lo leí, creo, inspirada por el éxito de El Beso de la Mujer Araña -el libro, el cual leí, inspirada por el éxito de la película-. No recuerdo cuántos años habré tenido, pero el contenido sexual demasiado explícito de este libro -con interminables referencias un tanto sicológicas como pie de páginas- me dejó espantada. Creo que no lo terminé. Creo que lo debería dar una oportunidad y volverlo a leer.


29. Uno que se haya robado. La Insoportable Levedad del Ser de Milán Kundera. Me lo robé de la biblioteca de una universidad -no diré cuál, obviamente, porque me lo van a venir a pedir y a estas alturas hasta a mí me lo robaron, ¿o lo habré regalado?-  Lo raro es que no me acuerdo de la historia. ¿Lo habré leído? Conste que ese robo data como de 1990.










30. Uno que pueda salvar vidas. ¿El Manual de Primeros Auxilios? Pues sí, con tanto niño, tengo uno. 


* Para el reto original de los Treinta Libros pueden ir aquí.
• Los otros dos post aquí y aquí

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